jueves, 29 de marzo de 2007

Una Introducción a Zarathustra en Pepperland

¡Al diablo, señores críticos¡" si supusieran que este blog ha sido bautizado Zarathustra en nombre ajeno a la perspicacia de dos milenios en el tapete, sino mas bien es una alusión a lo que nos aqueja en sobremanera desde el nacimiento de la tragedia de este mundo, es decir, el (H)hombre, y porque no decirlo, ¿a qué representamos en este mundo?. Asimismo, si ni Wagner en Nietzsche; si ni el Ser en Heidegger, ni las fantasías e impromptus de Chopin, ni el apoteósico contrapunto de Bach pueden definir, o más bien contemplar la audacia del camino en donde la realidad del humano se lleva acabo.
Si bien el (H)hombre es el que libera, o "se libera" a cada instante de su realidad, es mas bien el camino el que define donde te encuentras, como una ilusión avasalladora que enfrenta lo escabroso de la totalidad. ¿Qué significa entonces que Zarathustra, de alguna manera u otra, esté en el país de los Pimientas? ¿Cómo explicar la sensación de incomodidad de juntar al (H)hombre en el país de la ilusión? Es simple, cuando Roland Barthes nos dice que "mientras un sujeto (autor, lector, espectador o contemplador) dirija su mirada hacía un horizonte y recorte en él la base de un triángulo de su ojo (o su espíritu), será la cima", de esa manera "la Representación es eso: nada sale, nada salta fuera del marco del cuadro, del libro, de la pantalla" (Le Plaisir du texte, Seul, 1973, pp.90), esto es necesario para la ilusión como una especie de arte, de alguna u otra manera Diderot lo empleará como la "Ausencia de sí mismo". Entonces, la ilusión y la irrealidad, ¿dónde están reflejadas en esta inflexión, en esta (re)flexión?. Para algunos la inflexión se encuentra en lo desconocido, para otros en la duda, para otros en lo prohíbido, pero entonces ¿Cuál es la cara, cuál es la Cruz, cuál el anverso y cuál el reverso?.
Puedo decir entonces que la imaginación trasunta los límites de la representación, la ilusión supera los límites en sí mismos, en donde placer, deseo y destrucción se interiorizan en el fluido del pensamiento y realidad , en la dualidad de lo real, en ese conflicto que hace posible el desenlace o el enclave que deja desarrollar la discusión de una libertad sumida en placer, instruida en el deseo y posicionada en lo que "tal vez" verdaderamente es real, "el pensamiento ejercido". De este modo "ha de superarse los Sentimientos y los Valores, sobre todo la Compasión ¿No es la Compasión acaso la cruz en la que es clavada quien ama a los hombres?, pero mi compasión no es esa crucifixión" (F.Nietzsche).
De este modo el (h)Hombre en efecto es superado, componiéndose entre lo irónico y lo corrosivo entre lo exaltado y lo ditirámbico, el fuera y el adentro, ¿porqué remitirnos entónces a la lógica solapada de la Razón? ¿porqué siempre ha de buscarse lo "verdadero", si en la realidad nada es realidad y todo es construido y a eso mismo le llaman real? ¿porqué caer en la falsa discusión griega de lo real, tan vilipendiada por Heidegger y volverse contra el deseo que es inherente al ser? Simplemente porque nos han debido crear de tal forma como "entes" circulares que dan vuelta en el eterno regreso del princípio y del caos, entre la dualidad y el razonamiento basado en la libertad.
¿Es tal lógica el horizonte posible de la realidad de lo real? Mi humilde respuesta, es que no, ya que si hay un Horizonte, es porque hay un afuera, no un mas allá, ya que significaría un límite en el que se demarca lo invisible, la ilusión, lo inmoral, lo irracional, desde donde la óptica solo juega con el doble sentido, en donde se presenta "lo otro", y es el mismo Zarathustra no sacado desde el Nietzsche como una antítesis, ni del profeta persa de la lucha entre el bien y el mal (Ormuz y Ahrimán), sino el placer de presentarse a sí mismo en el afuera donde todo lo irreal del concepto, pasa a ser una nueva forma fuera del horizonte posible, es decir, pasa a ser mi realidad, pasa a ser un "otro", es Zarathustra en el país de la imaginación (en el país de la ilusión online), de lo que se sabe algo, pero no se comprende con certeza, es aquello que los creadores del país de los pimientos presenta como la experiencia circense o Monty Phitonesca, aquello irracional que juega entre lo que se ve y lo que no se ve; entre lo moral y lo inmoral, entre lo que se denuncia y lo que se anuncia, eso es la esencia de ello. Es en esta entrada donde se presenta un Espacio, de alguna manera (IN)formal. Es ahí donde se levanta Pepperland, como una alegoría y una oda a la inflexión de lo real, donde juega el mundo del pensamiento, donde se abren las posibilidades del juego irracional como denuncia de lo racional, donde la comprensión intenta ir mas allá de lo evidente, donde "un día en la vida" va mirando no lo común, sino lo que esta detrás de lo común, donde "Lucy en el cielo con diamantes" es posible gracias al soporte de su cohete irreal; donde los superhéroes, son el yo y el otro, es el superhombre en alguna manera, donde mis historias de dieciséis se hacen reales, se complejizan o se arreglan, en donde los automóviles se destrozan y reviven mitos pintorescos en el imaginario de nuestras audiencias.
Entonces ¿porqué debe ser Zarathusta? que pudo decir, ¿quién es el mas indicado? Rita, un Gallo por la mañana dicíendo buenos días, cuatro sargentos o mejor dicho tres mas una falsedad y otro hecho Morza, que importa eso si ellos pertenecen a este mundo y Zarathustra viene de uno mundo muy parecido, a entrometerse en el de ustedes y el mío. Es verdad lo delirante de ello, pero Zarathustra es el más adecuado ya que viene y se va de este mundo urgiendo en las alturas y volvíendo al hombre para recordarle lo que esta fuera de lo real y lo que esta en nuestras mentes para compartir, con todos mis amigos con quienes siempre busco ayuda. Es a la vez la alegoría de lo imposible, en lo que palpamos como real y donde Peperland no es mas que lo que está mas allá del horizonte sicodélico de lo evidente.

"el hombre no ha de ser un objeto de amor y mucho menos de compasión; también la "gran náusea" producida por el hombre es para él algo informe, un simple material, una deforme piedra que necesita del escultor" (Ecce Homo)